Queridísimas lectoras:
Esta carta va a ser un poco diferente. Hoy (sí, hoy, os escribimos unas horas antes de mandar la carta) hemos amanecido las dos en casa de Inés. Ayer, después de la tercera (y exitosa) sesión del Club de Lectura Annie Ernaux junto con nuestra querida Marta Granjo, nos quedamos tomando algo con los asistentes en un bar cerca de la librería. Conocimos a gente nueva muy linda, charlamos con amigos de toda la vida y nos hicimos una foto para la historia:
Es la foto que les enseñaremos a nuestros hijos cuando pregunten: «Mamá, ¿cómo empezaste a hacer los clubs de lectura que ahora son tan famosos?» También les enseñaremos una foto del espacio que hay en la librería Sin Tarima y un vídeo de nuestros amigos bailando unas horas más tarde en la puerta de un bar de Malasaña. En el club comentamos El acontecimiento y hablamos de cómo Ernaux construye una novela a partir de sus diarios de joven, de la reflexión sobre la clase social que permea toda su obra, de su conexión con Vivian Gornick y cómo ambas escritoras narran una escisión con el mundo de sus madres, que se aleja a medida que ellas amplían sus horizontes intelectuales.
Ayer se celebró una fiesta para brindar por el fin de la Feria del Libro de Madrid, que hoy cerrará sus puertas casi al mismo tiempo que se mande esta carta. Inés ha estado toda la Feria trabajando y Paula se ha paseado mucho por las casetas, hablando con editores y libreros de cómo van los hábitos lectores en España, de cómo hacer para que los libros no pesen, de cómo puede Punzadas colaborar con las editoriales…
Este jueves haremos un encuentro con nuestra querida Julia Viejo para hablar de su libro de relatos en colaboración con los amigos de Altamarea (gente guapísima y listísima).
En la fiesta nos bebimos un tinto de verano. Paula se emborrachó durante veinte minutos y luego aplacó el pico de alcohol con un puñado de anacardos; a Inés le entró mucho sueño y al quinto bostezo decidimos irnos a casa. Volvimos paseando por un Madrid oscuro y tranquilo. La luna estaba creciente (al 82.6% de iluminación) y pasamos señalando edificios que en un futuro lejano podrían ser nuestras casas. Jara nos saludó con maullidos y mordiscos amables y nos fuimos enseguida a la cama.
Hoy nos hemos levantado para ir al Thyssen a ver la exposición Paisajes emocionales, de Ragnar Kjartansson, que Inés había visto hacía unos días con su tío Rober, que trabaja en el Museo. Os recomendamos mucho que si estáis en Madrid os acerquéis a verla. Leyendo sobre la exposición entendemos que las instalaciones audiovisuales ideadas por Kjartansson son una reflexión y una reivindicación de lo colectivo. Sin desvelar demasiado (porque es una experiencia y no podemos explicarlo bien con palabras), en las instalaciones podemos vivir la individualidad y su belleza y lo colectivo y su belleza. En la descripción del museo leemos: «Esta obra habla del mito del amor romántico, la ruptura, la nostalgia del lugar, pero también de la alegría del reencuentro, del estar juntos y construir comunidad […]. Una comunidad que traspasa la materialidad de la pantalla y que, al hacer partícipe al espectador de la intimidad de los momentos vividos, cuestiona los límites del espacio público». Este texto también traza conexiones con los conceptos de Barthes (lo cual en el fondo no nos sorprende, porque este señor está en todas partes). Os dejamos aquí el link a la página web de la exposición.
Nos interesan mucho estas obras artísticas que hacen confluir diferentes disciplinas. Desde la historia del arte, pasando por la música y la filosofía. Kjartansson estudió en la Academia de Artes de Islandia la historia del arte canónica, sobre todo artistas del siglo XVIII y XIX. Sus referencias musicales van desde Mozart a la música folk islandesa, pasando por el italo pop de los 60 y la música electrónica o Nina Simone y Prince. Leemos en el museo que de la música electrónica toma la idea de repetición, que es una metáfora de cómo sus obras duran en el tiempo.
Encontraréis sus instalaciones en la colección TBA21 del Museo Thyssen. Id. Tenéis hasta el 26 de este mes.
También nos hemos pasado por la expo de Alex Katz, un pintor estadounidense que nos recuerda un poco a Kelly Beeman y que quedaría muy bien en la cubierta de nuestros libros (si es que algún día los escribimos):
Hace unas semanas, en el marco de la Feria del Libro de Madrid, asistimos a una charla (y posterior picnic) de tres escritoras fabulosas: Clara Obligado, Nuria Barrios y Valeria Correa Fiz (quien ha colaborado en Punzadas Sonoras). Llegamos un poco atoradas por el calor y por diferentes entuertos matinales, pero escucharlas nos revivió. Hablaron de la relación entre escritura, lenguaje, fondo y forma, y feminidad. Rechazaron las etiquetas relativas al boom latinoamericano y nos dejaron un montón de reflexiones a desarrollar en futuras cartas y episodios. Pero hoy no. Como habréis podido imaginar, esta es una carta diferente porque, de nuevo, no tenemos tiempo. Después de nuestra mística visita al Thyssen hemos comido, hemos cogido el tren a casa de Paula y hemos estrenado el micrófono grabando un nuevo episodio de Punzadas Sonoras. Y ahora, después del tinto, la microborrachera y la grabación, hemos merendado tostadas con aguacate (porque somos modernas) y estamos escribiendo esta carta.
Estos días también hemos escuchado la entrevista que le hicieron a Aimar Bretos (él no lo sabe, pero es uno de los patrones de Punzadas) los chicos de ¡Menudo Cuadro! Escuchar a Aimar siempre está bien, pero el descubrimiento también han sido David Andújar y David Insua, los presentadores del programa. Nos reímos mucho y esperamos que vosotras también lo hagáis:
Otra cosa linda que ha sucedido esta semana es que se publicó en la Revista Mercurio la entrevista que nos hizo Bruno Padilla (esperamos que nos contraten en La Ser algún día a pesar de lo dicho):
Este textito veraniego ha sustituido a una carta que teníamos empezada pero que la vida y sus múltiples acontecimientos no nos ha dejado terminar. Aprovechamos que os tenemos aquí para contaros que estamos dándole vueltas a qué hacer en verano con Punzadas. Lo más probable es que nos tomemos unas (merecidas) vacaciones en el mes de agosto para volver con fuerzas en septiembre. Aprovecharemos los días de calor absoluto para seguir leyendo (aunque quizás de manera más sosegada) y para pensar nuevos temas que abordar. Os recomendamos que, si podéis, hagáis lo mismo. Nos ha costado un poco tomar la decisión de parar, porque es precisamente en agosto cuando más tiempo tenemos, pero nuestras mentes y nuestros cuerpos al final han decidido por nosotras. También podemos dar el pistoletazo de salida de la segunda temporada de Punzadas con una fiesta donde haya mucho tinto de verano y unos cuantos botes de anacardos.
Y ahora, canciones que nos han acompañado estas semanas:
Estas sonarán en la fiesta:
Y Jimena Amarillo esperamos que se suscriba a la newsletter en algún momento:
Adelante,
Inés & Paula