Hola, gracias por el artículo. Tengo una amiga reciente con muy mala salud debido a su situación familiar complicada, pero no está postrada en la cama, hace su vida normal. Nos hicimos amigas porque yo supe escucharla en un momento crítico y a partir de ahí, empezó a llamarme cielo, cariño, te quiero (no os confundais, las dos somos hetero). Yo le dije que estaba abierta a la escucha siempre que tuviera un problema o quisiera desahogarse. Desde entonces, no hay día en que no me recuerde lo mala que está, su situación desperanzadora o que reza porque el Señor se apiade de ella, que me agradece mis rezos por su situación y que - si menciono que alguien de mi familia está enfermo - ella también reza por tal persona, lo que le agradezco. Es muy buena persona, nos llevamos muy bien y yo estimo su amistad. Sin embargo estoy comprobando que este continuo recordatorio que me hace día a día de sus penas y desgracias me transmite energía negativa, me está minando por dentro poco a poco. Yo tengo mis problemas también, pero soy una persona feliz y optimista. Trato de ponerme en su lugar y es por eso que me resulta difícil dejar de escucharla; es una persona luchadora, no pide dinero ni nada, solo alguien que la escuche, pero como digo, este incesante recordatorio de que ella no está bien de salud, me repercute negativamente y estoy buscando la forma de decirle que ya lo sé, que no tiene que estar día sí y día también recordándomelo, y esto es lo que me ha conducido a vuestra página. ¿Soy mala amiga, soy malvada por dentro y hasta ahora no me había dado cuenta de ello? ¿Cómo puedo transmitirle cómo me siento sin dañarla, sin perderla como amiga? Gracias de antemano por vuestra respuesta. Saludos.
Hola, gracias por el artículo. Tengo una amiga reciente con muy mala salud debido a su situación familiar complicada, pero no está postrada en la cama, hace su vida normal. Nos hicimos amigas porque yo supe escucharla en un momento crítico y a partir de ahí, empezó a llamarme cielo, cariño, te quiero (no os confundais, las dos somos hetero). Yo le dije que estaba abierta a la escucha siempre que tuviera un problema o quisiera desahogarse. Desde entonces, no hay día en que no me recuerde lo mala que está, su situación desperanzadora o que reza porque el Señor se apiade de ella, que me agradece mis rezos por su situación y que - si menciono que alguien de mi familia está enfermo - ella también reza por tal persona, lo que le agradezco. Es muy buena persona, nos llevamos muy bien y yo estimo su amistad. Sin embargo estoy comprobando que este continuo recordatorio que me hace día a día de sus penas y desgracias me transmite energía negativa, me está minando por dentro poco a poco. Yo tengo mis problemas también, pero soy una persona feliz y optimista. Trato de ponerme en su lugar y es por eso que me resulta difícil dejar de escucharla; es una persona luchadora, no pide dinero ni nada, solo alguien que la escuche, pero como digo, este incesante recordatorio de que ella no está bien de salud, me repercute negativamente y estoy buscando la forma de decirle que ya lo sé, que no tiene que estar día sí y día también recordándomelo, y esto es lo que me ha conducido a vuestra página. ¿Soy mala amiga, soy malvada por dentro y hasta ahora no me había dado cuenta de ello? ¿Cómo puedo transmitirle cómo me siento sin dañarla, sin perderla como amiga? Gracias de antemano por vuestra respuesta. Saludos.